Esta afirmación de Sartre de que el ser humano está condenado a ser libre implica una especie de paradoja, porque el ser humano no se ha creado a sí mismo. Y libre, perque una vez arrojado al mundo está obligado a elegir las acciones que darán dirección a su vida.

Una vez que adquirimos conciencia de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, no nos está permitido no elegir. Evidentemente Sartre define la libertad humana como capacidad de elección. Dice que hasta cuando decidimos no elegir estamos eligiendo. 

El existencialismo de Sartre niega el destino, el determinismo, el fatalismo y la posibilidad de cualquier entidad metafísica que se pretenda creadora del universo y rectora del mismo.

Muchos pensadores han cuestionado esta concepción de la libertad, porque deja fuera los factores biológicos, sociales y culturales  que nos condicionan. Muchas corrientes de pensamiento apuestan por un tipo de determinismos biológico que estaría en la base de todas las motivaciones y comportamientos del ser humano.