Leonardo Díaz

Prof. Ramón Leonardo Díaz

El diálogo transcurre en la oficina del director del ISAC (Instituto Superior de Académicos en Crisis), donde se encuentra revisando unos documentos junto con un político cuando llega un profesor universitario apodado «el escéptico».

El escéptico: Buenos días.

El director: Buenos días.

El escéptico: [Se sienta y piensa en el personaje «genial» con el que va a conversar.]

El director: [Orondo] Revisaba los documentos en torno a la reforma.

El escéptico: ¿Qué reforma? El director: ¿Cómo qué reforma? La nuestra. El escéptico: [Irónico] Ah, la de ustedes dos.

El director: [Alarmado] ¡No! La reforma institucional.

El escéptico: ¿Qué quieres decir con la reforma institucional?

El director: Pues la reforma que va a guiar nuestra institución hacia las transformaciones que requiere.

El escéptico: ¿Y todos están de acuerdo en cuál es esa reforma?

El director: De ningún modo. Hay grupos de desaprensivos que se oponen a la reforma.

El escéptico: ¿A cuál reforma? El director: [Inquietándose] ¿Y sigues con eso? ¡A nuestra reforma!

El escéptico: Ah, sí, a vuestra reforma. El director: Estos enemigos del cambio se han opuesto a todas las medidas propuestas para transformar nuestra magna institución.

El escéptico: ¿Están en contra de todas las medidas, de algunas medidas o de los procedimientos implementados para establecer las medidas?

El director: Están en contra de todo. Pero disfrazan su resistencia al cambio con resabios de seudo legalidad. Dicen que somos autoritarios, que violamos los artículos de nuestros estatutos, que no respetamos la disidencia, que intentamos entregar la institución al empresariado.

El escéptico: ¿Y en qué se fundamentan para realizar acusaciones tan serias?

El director: No tienen fundamento alguno. Son simplemente enemigos del cambio.

El escéptico: ¿En qué te basas para sostener que sus acusaciones carecen de fundamento?

El director: [Impaciente] ¿Acaso dudas de mí?

El escéptico: Mi querido amigo, eres el director de una academia. Como tal, estás familiarizado con la lógica de la misma, con sus supuestos y criterios. Y de acuerdo con esta lógica, cuando un individuo plantea una tesis, una argumentación o una hipótesis, debe fundamentarla. No es un problema de amistad o enemistad, de confianza o desconfianza. Se trata de un criterio mediante el cual se puede demostrar que la argumentación tiene validez por sí misma, independientemente de quién la diga o dónde la diga. De este modo, se trasciende el problema de los intereses particulares y podemos llegar a acuerdos racionales.

El director: [Más inquieto] Sí, de acuerdo.

El escéptico: Entonces, ¿podrías decirme, por favor, en qué te basas para sostener que las acusaciones de tus rivales no tienen fundamento?

El director: [Dudando] Dicen que no a todas nuestras propuestas. Por ejemplo, convocamos a una asamblea general para que todos los académicos decidieran si estaban de acuerdo o no con la reforma.

El escéptico: [Interrumpiendo] ¿Con cuál reforma?

El director: [Molesto] ¡Con la reforma de nuestra institución!

El escéptico: ¿Convocaron la asamblea para decidir si estaban de acuerdo con «la reforma», sin iniciar un debate sobre el tipo de reforma que querían realizar?

El director: [Más impaciente] La reforma es para transformar nuestra institución.

El escéptico: ¿Y existe solo un tipo de «reforma para transformar nuestra institución»?

El director: [Boquiabierto] Bueno, no. Pero la nuestra es la más adecuada para llevar a cabo los cambios.

El escéptico: ¿Cómo lo sabes?

El director: Ha sido apoyada por todos los académicos.

El escéptico: Todos? ¿No dijiste que había opositores?

El director: Esos que se oponen no son académicos. Todos los académicos están de acuerdo con nuestra reforma.

El escéptico: ¿Eso convierte a vuestro proyecto de reforma en el más adecuado?

El director: Sin duda alguna. ¿Acaso están todos equivocados?

El escéptico: No estoy evaluando a los protagonistas del proceso. Estoy preguntando si el proyecto de reforma que defienden posee validez, independientemente de si lo defienden uno o todos.

El director: Por supuesto que sí. Fíjate: uno de los puntos de nuestra reforma consiste en que a partir de ahora, para ser un miembro del personal docente se requerirá tener una especialidad o una maestría.

El escéptico: ¿Dónde realizarán esas especialidades?

El director: En cualquier institución reconocida por nosotros.

El escéptico: Incluyendo, evidentemente, nuestra institución.

El director: Exacto.

El escéptico: Ahora bien, ¿está nuestra institución en crisis?

El director: ¿Cómo lo sabes? Naturalmente, por eso necesitamos la reforma.

El escéptico: ¿Cómo puede una institución ofrecer especialidades que capaciten realmente a su personal docente o determinar que otras instituciones tienen el nivel necesario para hacerlo?

El director: A pesar de nuestra crisis, seguimos siendo una institución con un nivel académico lo suficientemente bueno para realizar esas especialidades.

El escéptico: Me alegra escucharlo. Oye, ¿conoces el relato de la alegoría de la caverna?

El director: ¿Qué es eso?

El escéptico: Es un relato escrito por Platón que trata sobre un conjunto de prisioneros encadenados por el cuello, las manos y los pies, y que, por tanto, no pueden girarse hacia atrás o hacia los lados. Delante de ellos, existe un paredón en el que se reflejan sombras de objetos proyectados por un fuego que yace detrás de los prisioneros. Como no pueden girarse, solo ven las sombras proyectadas en la pared, las cuales consideran como la única realidad. Discuten entre ellos sobre cuál percibe la mejor sombra, y al tratar un prisionero liberado de convencerles de que más allá del lugar donde se encuentran existe otra realidad, se burlan de él, pensando que está loco.

El director: Interesante.

El escéptico: Ciertamente. Ahora bien, ¿no encuentras alguna similitud entre la situación de los prisioneros de la caverna y la situación de nuestra institución?

  1. ¿Cómo describirías al personaje del director de ISAC?
  2. ¿Cómo describirías al escéptico?
  3. ¿Consideras recomendable la actitud filosófica del escéptico?
  4. A tu juicio, ¿cuál similitud sugiere el escéptico que existe entre los prisioneros de la caverna y la situación de ISAC?