Eulogio Silverio legado de Pedro Henriquez Ureña

La sabiduría popular dominicana dice que el muerto con tierra tiene y que después de los nueve días hasta los muertos más ilustres son olvidados. Yo le agrego a esa expresión, el hecho cierto de que en las grandes ciudades ese olvido se produce antes de los nueve días.

Traigo hasta este escenario esta expresión popular, porque precisamente un día como hoy hace cien años Don Pedro Henríquez Ureña daba lectura en Argentina a “La utopía de América”. Y cien años después, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la Facultad de Humanidades , la Escuela de Filosofía y su Cátedra Extracurricular Pedro Henríquez Ureña, la Biblioteca Nacimiento Pedro Henríquez Ureña  y el  instituto de estudios dominicanos City College of New York (DSI-CUNY)ha organizado el I Simposio Internacional para conmemorar el legado universal del pensador dominicano Pedro Henríquez Ureña.

Actividad, que marca el inicio de un amplio programa que las instituciones involucradas realizarán, durante todo el año, en diversos países y lugares donde ha llegado el legado del pensador dominicano, como es el caso de México, Argentina, España, los Estados Unidos de Norteamérica y naturalmente la República Dominicana.

Como ya se habrá advertido, parece que los hechos contradicen la sabiduría popular dominicana que afirma que el muerto con tierra tiene y que después de los nueve días hasta los muertos más ilustres son echados al olvido. Eso nos lleva a concluir obligatoriamente que la sabiduría popular está equivocada o que cuando hablamos de Don Pedro Henríquez Ureña, nos referimos a un hombre cuyo legado es tan extraordinario que ha logrado trascender los tiempos y permanecer vivo en nuestra cultura.

Para evitar que se les ocurra compárame con Don Quijote, cuando Don Diego Miranda lo invita a su casa y el hijo de éste al verlo absorto con el discurso del Quijote, trata de advertirle que el personaje que tiene al frente está loco y el padre le pregunta.

–Y en qué está loco?

–Que no hay correspondencia entre sus palabras y los hechos.

–No sé lo que te diga, hijo –respondió don Diego–; sólo te sabré decir que le he visto hacer cosas del mayor loco del mundo, y decir razones tan discretas que borran y deshacen sus hechos.

En nuestro caso y a juzgar por los testimonios ofrecidos por los académicos, Alejandro Arvelo, Fernando Pérez Menen, Juan De La Cruz, Juan Francisco Viloria, Pedro Ortega sobre Pedro Henríquez Ureña, sumado al hecho incontrovertible de que La Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) lleva el nombre de Pedro Henríquez Ureña, que existe una Universidad dominicana que lleva su nombre “Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña”, que la  Biblioteca Nacional lleva el nombre de “Pedro Henríquez Ureña”, que existe una cátedra de la Escuela de Filosofía está dedicada a “Pedro Henríquez Ureña” para estudiar y difundir su pensamiento, son una muestra evidente de que el pensamiento de Don Pedro Henríquez Ureña está vivo en Latinoamérica.

En nombre de la Escuela de Filosofía les agradezco infinitamente el apoyo que nos han brindado, para que este evento fuera posible. Tengan la seguridad de que la presente gestión de la Escuela de Filosofía pondrá todo el empeño necesario para dar a conocer la obra y el pensamiento de nuestros grandes pensadores, dominicanos y latinoamericanos.