Buenas tardes a todos. Gracias, Maestro Silverio, director de la Escuela de Filosofía, por la invitación a participar en este coloquio breve sobre este tema. No estoy de acuerdo con el título, ‘Conflicto Palestino-Israelí’, y voy a explicar por qué. Además, aprovecho para agradecer, pero también quiero expresar una queja y un malestar. Me parece que la Escuela de Filosofía, a la que pertenezco, y los intelectuales, críticos, filósofos y urbanistas de la Facultad de Artes deberían pronunciarse sobre lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza: el genocidio, la limpieza étnica y el castigo colectivo al pueblo de la Franja de Gaza y al pueblo palestino en Cisjordania, lo cual no se ha mencionado.

Lo que está ocurriendo no es algo común; es mucho peor que el genocidio y el Holocausto, porque está ocurriendo ahora, después de 60-70 años de conciencia de lo que hicieron los nazis contra los judíos y otros. Cuando los nazis perpetraron horrores, lo hicieron en secreto, en bosques, y el pueblo alemán y muchos en el ejército no se enteraron de la existencia de los campos de concentración, que fueron descubiertos después por los aliados. Pero esto está ocurriendo ante nuestra vista, en la era digital. No sé en qué están, pero ustedes, que son la generación de TikTok, solo tienen que buscar ‘Franja de Gaza’ y encontrarán información a favor o en contra. Deben enterarse de lo que está pasando en el mundo en estos momentos.

Se habla de un genocidio de más de 11,000 personas, incluyendo más de 4,000 niños palestinos asesinados, además de trabajadores, periodistas, 100 trabajadores de las Naciones Unidas para los refugiados de Palestina, periodistas de Al Jazeera, periodistas internacionales, civiles, niños y ancianos. Una ciudad bombardeada, no solo una ciudad, sino una franja de 360 km cuadrados, que es la Franja de Gaza, considerada la prisión al aire libre más grande del mundo y una de las poblaciones más densamente pobladas del mundo.

Hamas controla lo interno, pero Israel controla todo porque ahí no pasa nada sin su consentimiento. Es bueno que sepamos y que los filósofos se pronuncien también, y no callen. No es antisemitismo, hay que diferenciar entre el odio a los judíos por ser judíos, que es antisemitismo, un problema principalmente europeo, y la situación actual. En los pueblos árabes siempre hubo comunidades judías, siempre conviviendo en paz. No es un problema bíblico, es un problema político territorial que surge en 1948.

En la Palestina histórica, que es el nombre que le dieron los romanos, convivieron durante siglos árabes musulmanes, cristianos y judíos. Hay una narrativa falsa que dice que se han odiado siempre, lo cual no es verdad. Es un problema que tiene que resolverse de otro modo. Hay una Palestina ocupada desde el año 1948, y desde entonces Israel está cometiendo crímenes, lo que ha provocado una resistencia violenta. Hamas nace en 1987 como un movimiento islamista cuando el conflicto se radicaliza.

Antes de Hamas existía la OLP, y ahora Hamas es considerado el ‘monstruo’. No se quiere reconocer la existencia y el derecho del pueblo palestino a existir y existir como un pueblo con un estado libre y soberano con fronteras claras. Lo que piden los palestinos históricamente es cierto. El terrorismo de la ocupación crea el terrorismo de la resistencia. Los ataques del 7 de octubre se explican, no se justifican, porque hay toda una historia de violencia.

¿Quién es el oprimido y quién es el opresor aquí? ¿Quién es el ocupante y quién es el ocupado? No es un conflicto, es una ocupación. Tenemos que ver esto desde una perspectiva más amplia y entender que la solución no es simple, pero es necesaria para la paz y la justicia.

Nosotros sí podríamos hablar de las relaciones dominico-haitianas como conflictivas y hablar de un discurso de odio, pero no puede haber un conflicto entre una potencia regional, con el mayor ejército del mundo sin duda y el más grande de la región, y una milicia radical armada. Eso no es así. Hay una narrativa sionista que hay que deconstruir. La narrativa sionista afirma que en Palestina no había nada cuando se creó el estado de Israel en 1948, un estado etnocultural. Por cierto, probablemente es el único estado en el mundo, incluso más que las teocracias islámicas, que se define por una etnia: el estado de los judíos, la patria de los judíos.

En Palestina había universidades, iglesias, bibliotecas, hospitales, clínicas y escuelas. Los judíos transformaron el desierto, ciertamente, pero no se puede decir que no había nada. La narrativa sionista y los gobiernos israelíes han deshumanizado a los palestinos, presentándolos como animales. La deshumanización consiste en negar tu identidad. Según los sionistas, el pueblo palestino es un invento. Distingo entre sionistas y judíos; el estado de Israel no representa al pueblo judío, no representa hoy la Shoá, no representa el Holocausto. Hay muchos judíos ortodoxos en Estados Unidos, en Inglaterra, en Alemania protestando contra esto, contra estos ataques criminales del gobierno de Netanyahu. Ustedes han visto las manifestaciones mundiales, la prensa hegemónica no nos habla de ello. CNN, Fox y las otras cadenas no hablan de ello.

La Unión Europea no condena los ataques de Israel, pero sí condenó la agresión rusa a Ucrania y puso sanciones a Vladimir Putin. En este caso, no. Vladimir Putin es considerado un criminal de guerra porque trasladó niños ucranianos a Rusia, pero ahora este hombre le dio 24 horas a una población de 2.2 millones de personas para que se trasladaran, y ahora mismo están bombardeando hospitales. Son 4,000 niños. Yo no había visto nunca algo igual. He visto la guerra de Siria, está bien, hay rebeldes armados, pero es una guerra más o menos entre un ejército y rebeldes armados por Estados Unidos. La invasión a Irak con el millón de muertos provocó toda la desgracia causada por el imperio norteamericano en Irak, Afganistán, Siria, Libia, en todos los lugares, pero como esto no se había visto, son ataques deliberados contra la población civil definitivamente, y nosotros estamos callados y queremos resolverlo con aguas tibias y no queremos tomar partido.

Además, en Alemania, por ejemplo, no se puede protestar contra la política de Israel. Yo condeno la política de Israel porque son genocidas, porque son desastrosas, son criminales, incluso son contra el mismo pueblo judío. El gobierno de Netanyahu no solamente es de derecha, sino el más extremista y religioso de la historia. Incluso intentó reformar el poder judicial para ponerlo a disposición del poder ejecutivo, el inicio de una dictadura, quitándole fuerza y legitimidad al poder judicial para asumirlo en el poder ejecutivo.

Podemos hablar de las relaciones dominico-haitianas como conflictivas y hablar de un discurso de odio, pero no puede haber un conflicto entre una potencia regional con el mayor ejército del mundo, el más grande de la región, y una milicia radical armada. Eso no es así. Hay una narrativa sionista que debe ser deconstruida. La narrativa sionista afirma que en Palestina no había nada cuando se creó el estado de Israel en 1948, un estado etnocultural, probablemente el único en el mundo, incluso más que las teocracias islámicas, definido por una etnia: el estado de los judíos, la patria de los judíos.

En Palestina había universidades, iglesias, bibliotecas, hospitales, clínicas y escuelas. Los judíos transformaron el desierto, ciertamente, pero no se puede decir que no había nada. La narrativa sionista y los gobiernos israelíes han deshumanizado a los palestinos, presentándolos como animales. La deshumanización consiste en negar tu identidad. Según los sionistas, el pueblo palestino es un invento. Distingo entre sionistas y judíos; el estado de Israel no representa al pueblo judío, ni representa la Shoá, ni el Holocausto. Hay muchos judíos ortodoxos en Estados Unidos, Inglaterra y Alemania protestando contra esto, contra estos ataques criminales del gobierno de Netanyahu. Han habido manifestaciones mundiales, pero la prensa hegemónica no nos habla de ello. CNN, Fox y las otras cadenas no hablan de ello.

La Unión Europea no condena los ataques de Israel, pero sí condenó la agresión rusa a Ucrania y puso sanciones a Vladimir Putin. En este caso, no. Vladimir Putin es considerado un criminal de guerra porque trasladó niños ucranianos a Rusia, pero ahora este hombre le dio 24 horas a una población de 2.2 millones de personas para que se trasladaran, y ahora mismo están bombardeando hospitales. Son 4,000 niños. Yo no había visto nunca algo igual. He visto la guerra de Siria, está bien, hay rebeldes armados, pero es una guerra más o menos entre un ejército y rebeldes armados por Estados Unidos. La invasión a Irak con el millón de muertos provocó toda la desgracia causada por el imperio norteamericano en Irak, Afganistán, Siria, Libia, en todos los lugares, pero como esto no se había visto, son ataques deliberados contra la población civil definitivamente, y nosotros estamos callados y queremos resolverlo con aguas tibias y no queremos tomar partido.

Además, en Alemania, por ejemplo, no se puede protestar contra la política de Israel. Yo condeno la política de Israel porque son genocidas, porque son desastrosas, son criminales, incluso son contra el mismo pueblo judío. El gobierno de Netanyahu no solamente es de derecha, sino el más extremista y religioso de la historia. Incluso intentó reformar el poder judicial para ponerlo a disposición del poder ejecutivo, el inicio de una dictadura, quitándole fuerza y legitimidad al poder judicial para asumirlo en el poder ejecutivo.

Esa crítica no es antisemitismo, y yo no puedo aceptar ese chantaje. No es antisemitismo. Nosotros hemos estudiado la historia del pensamiento judío y los aportes de los judíos, nosotros, los que estudiamos filosofía, los que cultivamos el arte y la cultura. Pero el sionismo es otra cosa, es esa política imperial y colonialista que ustedes han señalado. La única solución es la de los dos estados, pero cada vez está más lejos, y los palestinos están solos, siendo masacrados en este momento ante la vista de todo el mundo y ante el silencio y la complicidad de Occidente, que apoya a Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN. Y ante nuestra indiferencia también, y eso es lamentable. 

Me perdonan la pasión, pero yo defiendo la causa palestina, no defiendo a Hamas, defiendo el derecho de los palestinos a existir. Israel tiene su estado, Palestina tiene derecho a tener el suyo también.