Por qué razón el hombre filosofó ayer, filosofa hoy, ¿y parece que seguirá filosofando mañana?

Por lo pronto hay que decir que los humanos, aunque ahora se habla mucho de desfundamentación de la existencia, nunca han podido renunciar a las perennes preguntas de dónde venimos, qué queremos ser y hacia dónde vamos. Estas preguntas se traducen en un mejorar y trascender la existencia inmediata. El humano siempre se ha sabido proyecto, de ahí su permanente declaración de inconformidad respecto a su ser presente.

En este sentido, que tiene validez la expresión de Bochenski: «todo hombre tiene momentos en su vida en que se convierte en filósolfo» (1). Por su parte Ortega justifica la necesidad del filosofar, en el hecho de que para poder responder a las preguntas fundamentales, necesitamos una perspectiva íntegra, no un horizonte al que se ha amputado la palpitación de las postreras lontananzas» (2)

El humano es el único ser vivo que no puede vivir sin preguntarse por su pasado, por su presente y por su porvenir y son estas preguntas, que nos remiten a los fundamentos, la razón número uno por la cual se filosofa. Como expresión concreta de estas preocupaciones América Latina, ha buscado, y busca su propia identidad, y en ese fuerzo de búsqueda, la filosofía ha desempeñado un papel estelar.

La filosofía al llevar razón, claridad y compresión, nos ayuda situarnos correctamente en la totalidad del universo. Yo mismo me he preguntado, en medio de la falta de conciencia filosófica existente en el país, si la República Dominicana tiene alguna posibilidad de salir airosa, al relacionarse con los demás en el contexto de la globalización, sin resolver preguntas esenciales, como aquellas, de qué somos y qué queremos ser?.

Fortalecer, tomar plena conciencia de la identidad, específicamente dominicana, es una tarea de primer orden en la actual escrucijada histórica que vive la nación dominicana. Quizás esta sea, la segunda razón cual hay que filosofar. 

Una tercera razón por la cual hay que filosofar, es la necesidad urgente de detener el creciente proceso de deshumanización de la vida del dominicana. Esa desfundamentación, esa pérdida de conciencia, esa tendencia a refugiarse en la inmediatez del «estar ahí», renunciando a toda trascendentalidad.

El dominicano, por efecto del consumismo globalizante, se aleja cada vez de sus metas nacionales, para degenerar en un simple devorador de materia orgánica. Huye de la trascendencia, de los valores positivos, creados en su devenir existencial.

Para comprender este paulatino empobrecimiento de la subjetividad nacional, hay necesariamente que filosofar.

En vez de estar discutiendo en torno a si se introduce o no la educación sexual en las escuelas, deberíamos pensar en el sentido de la vida y de la existencia, porque en definitiva del criterio. vida dependerá la actitud hacia la política, lo ética moral, y hacia la sexualidad misma.

Director del Departamento de Filosofía de la UASD.

ELEVAR LA CAPACIDAD ABSTRACTA Y DE TRASCENDENCIA

En una rueda de prensa organizada por el Departamento de Filosofía de la UASD, en agosto del año 1996, se llamó la atención en torno a la falta de capacidad abstractiva, o lo mismo que decir las dificultades que tiene el estudiantado nacional, para reproducir intelecturalmente los eventos del mundo objetivo. Esto obviamente crea dificultades de integración frente a la sociedad misma. Esta incapacidad epistémica se traduce a la postre en inseguridad y angustia existencial.

 Una de las primeras razones por las debemos filosofar es porque la filosofía ayuda al individuo a situarse frente a la realidad. Naturalmente, esta afirmación se hace a despecho del humano cotidiano, que en la generalidad de las situaciones, juzga la filosofía como jeroglífico indescifrable, que termina por disolverse en el reino de las puras abstracciones.

¿Debe la filosofía descender al ámbito de la inmediatez existencial? «La filosofía no es útil en el sentido de la inmediatez, pero es necesaria al espíritu. Con ella satisface el hombre su permanente apetito de trascendencia, le da sentido a su existencia, toma conciencia de sí mismo y se sitúa correctamente frente a la totalidad del universo» (3)

El humano común, desorientado frente a la propia existencia, de la que inevitablemente siempre es parte, solo valora lo útil, que entiende como todo aquello, que le ayuda a sobrevivir, frente a las exigencias de la hora y del día a día.

Bochensqui, dice que la filosfía es una «poderosa fuerza histórica» (4), una de las potencias espirituales mayores que nos preservan de sumirnos en la barbarie y nos ayudan a seguir siendo hombres y serlo cada vez en mayor grado» (5). Es esto poca cosa? ¿Acaso no es importante y a la par de una gran actualidad?.

En una época como la actual, caracterizada la por construcción y des-construcción, cada vez más violenta de valores y disvalores, por el predominio del tecnicismo, del irracionalismo, en fin, por la caída de los grandes ideales humanos, filosofar no sólo es razonable, es además, el camino más expedito para salir a la luz, en medio del callejón a que han conducido a la humanidad, los poderes agónicos, existentes en estos tiempos de globalización.

En el prólogo al libro del profesor Alejandro Arvelo, si quieres filosofar, pag. 8, hay inscritas las siguientes palabras: «El hombre sigue siendo proyecto. En su realización la luz libre de la razón desempeña una papel esencial. Si algún día la razón se extinguiera, perderíamos la capacidad par escrutar, pensar y trasformar la realidad. Retornaríamos al caos original y quedaríamos perdidos en el universo infinito (6).

ORGANIZAR LA CRÍTICA DEL PRESENTE Y TRAZAR LAS PERSPECITVAS DEL PORVENIR

El Primer Congreso Dominicano de Filosofía prentede hacer un balance del material de ideas existentes en la República Dominicana, hacer un diagnóstico del estado de la cuestión filosófica en la actualidad y avistar el porvenir de la filosofía.

La filosofía siempre se ha movido en tres coordenadas concéntricas, son ellas, el pasado, el presente y el porvenir. Aristóteles y Platón, por ejemplo, elaboraron su filosofía, clavando sus garras acuciosas sobre la filosofía precedente.

El propio proyecto de república de Platón, se levanta sobre un balance de la filosofía presocrática y de la del propio maestro Sócrates. El presente contiene en sí, los momentos precedentes, y sobre ambas bases se proyecta lo posible (utopía).

La filosofía desde su nacimiento no ha hecho más que llevar claridad y comprensión al mundo. A través de ella se aclaran los principios, los objetivos que fundamentan y le dan sentido a la existencia social humana. Pero no sólo ello, al preocuparse por el destino de la humanidad plantea propuestas utópicas, tendentes a superar el drama humano presente.

La necesidad y la razón del filosofar se expresan con más fuerza en los momentos de crisis y caída de la humanidad. Cuando se produce un divorcio entre el mundo material y el mundo espiritual, cuando la vida presente no llena plenamente, y se refleja ante el espejo de la conciencia humana como angustia existencial. Entonces se crean las condiciones espirituales para nacimiento de la utopía que preludia en lo presente las alternativas del porvenir.  el maliciosamente después del derrumbe del muro de Berlín se proclamó la muerte de la utopía, lo cual traduzco como la pérdida de toda esperanza.

Ciertamente, las utopías pierden vigencia, incluso en ocasiones, después de haber inspirado a millones de hombres, agotan sus fuerzas inspiradora, y no mueven a nadic hacia ninguna acción concreta. Entonces, la humanidad como en los tiempos actuales se precipita en la confusión.

El hombre, por ser racional, no puede vivir sin utopía. Y así como del estiércol nace la flor, de las circunstancias agónicas en que vivimos brotarán las nuevas utopías, que señalarán las buenas nuevas del porvenir.

LAS SINRAZONES

Las sin razones, son las razones por las cuales, en la República Dominicana no se filosofa en la dimensión en que debería de hacerse.

Se trata de asumir la filosofía como una actividad radical, creadora, que se exprese en el esfuerzo intelectual, de un grupo de pensadores, que producían un saber, propiamente filosófico.

Una filosofía viva, que no sea simplemente la historia de la muerte de los sistemas del pasado. Una autocrítica sería reconocer que la mayoría del esfuerzo realizado desde la filosofía trata sobre la historicidad del quehacer filosófico. Ideas con semejante orientación de muy poco servirían, porque no dicen nada en torno a las circunstancias agónicas del presente, sino, porque también, y al mismo tiempo, no tienen salida al porvenir.

Una de las causas profundas de la sin razón de la filosofía en nuestros días, es que no ha trascendido el ámbito de lo puramente académico. Ella se ha quedado atrapada entre las paredes del aula. Una filosofía así está imposibilitada para expresar el espíritu de una época, pues, les faltaría los nutrientes y la sabia social, propias del medio del cual brota y vive.

El filósofo debe dominar a fondo la cultura de su país, estar al tanto del movimiento general de la sociedad, para poder captar el ser de las cosas, y de la propia consciencia nacional. Solo ello le permitirá llevar conciencia y claridad a la sociedad a que pertenece, ni más ni menos que el sacerdote, el científico y el artistica.

Dos sin razones de la filosofía dominicana: catesismo y manualismo

Ambos fenómenos van de la mano, cierto que primero uno, luego otro, pero en naturaleza son iguales. El catecismo es una herencia del pasado colonial, mientras que le manualismo surgió en los años sesenta,

vinculado a la propaganda de las ideas socialistas en la República Dominicana.

En el ámbito mismo de la religión cuando se va a las fuentes, entiéndase sobre todo San Agustín y Santo Tomás, existe la posibilidad de hacer una buena filosofía, la cual necesariamente no tiene que carecer de fé, como erradamente opina el hombre común, cuando generaliza al decir que ningún filósofo cree en Dios.

En la República Dominicana, en la década de los ochenta, del siglo pasado, Eugenio María de Hostos, introdujo la filosofía racionalista y positivista, lo cual pudo haber creado algunas condiciones subjetivas para filosofar, pero ese movimiento fue finalmente abortado, por causas que no es necesario discutir aquí.

En la década del setenta, del presente siglo, penetró al país el materialismo dialéctico e histórico directamente vinculado a la luchas sociales y políticas, particularmente al socialismo y al capitalismo.

Bajo al orientación del materialismo dialéctico se produjeron algunos manuales, fuertemente marcados por la filosofía social, entre los cuales mencionamos la Introducción a Filosofía de Tulio H. Arvelo, texto que se mantuvo vigente hasta los años 80. Es con la inrrupción de la nueva generación de filósofos de la década pasada, que se abre paso a la superación del manualismo y a la lectura de las fuentes. La década actual marcó el inicio de un movimiento de escucla, bajo cuya inspiración se escriben artículos, ensayos y libros, que reflejan una gran calidad analítica.

Las razones externas que han dificultado el desarrollo de la filosofía, son el tecnicismo, el cientificismo y la creciente deshumanización de la vida social.

Con la revolución científico- técnico de los siglos XVII-XVIII, se produjo a gran escala la parcelación y la fragmentación del saber. Brotaron, ocmo por encanto, por lo menos una docena de nuevos saberes, entre los cuales vale destacar el fisicalismo y el biologicismo, Ortega y Gasset dice que la «filosofía quedó aplastada, humillada por el imperialismo de la física y empavorecida por el terrorismo de los laboratorios» (Qué es Filosofía pag. 39).

También, el creciente proceso de deshumanización, que se ha traducido en reducción del cultivo del espíritu

y de la alta cultura, son causas de las sin razones de la filosofía.

En el mundo del capitalismo, donde el mercantilismo ha llegado a un nivel absoluto de consumación, todo lo que tenga que ver con el espíritu, tiende a reducirse a su mínima expresión.

MEMORIAS

A la hora de elegir una carrera el futuro profesional no se hace preguntas transcendentes, vinculadas con

los fundamentos de la existencia misma, sino interrogantes que lo remitan a la inmediatez, como por ejemplo, deja dincro?, es útil?, etc.

La filosofía por lo pronto sirve para situarse correctamente frentes al mundo, para aumentar la capacidad racional y de díalogo de los individuos, así como para crear las condiciones subjetivas necesarias para abrir paso a una auténtica cultura de paz, tal y como ha pronosticado la UNESCO, de cara al nuevo milenio.