Doctor Iván Grullón Fdez., Decano Facultad de Humanidades Señores expositores:

Distinguidas personalidades que nos honran con su presencia:

Distinguidos amigos y amigas de la filosofía:

Hemos llegado a la antesala de lo que será el fin del Primer Congreso Dominicano de Filosofía; digo la antesala, porque este evento será coronado con la puesta en circulación de sus memorias. De tal manera que la clausura no va a ser hoy, sino cuando convoquemos de nuevo en este mismo escenario, para poner en circulación la recopilación de las ponencias y conclusiones del congreso.

Con la realización de este magno evento de la alta cultura académica, se realiza la más grande de las tareas que ha ejecutado el Departamento de Filosofía en sus 32 años de existencia.

Para nosotros ha sido un honor habernos colocado en la organización de este evento, a la altura del mismo.

Debo decirles que por primera vez en nuestro país han sucedido muchas cosas a la filosofía. Entre ellas, puedo señalar que la filosofía anda por ahí en los periódicos y demás medios masivos de comunicación, anda recorriendo el territorio nacional y algunos espacios del exterior. Por primera vez la filosofía fue recibida en el Palacio Nacional. Ayer nos reunimos con el Señor Presidente de la República, el Dr. Leonel Fernández Reyna, quien nos manifestó, que le daba seguimiento a los trabajos del Departamento de Filosofía y que se sentía orgulloso de la jornada que se estaba realizando, pero, además, nos dijo: a la Universidad Autónoma de Santo Domingo le hace mucha falta este tipo de evento.

Creo que no cometo ninguna indiscreción si les digo que el presidente se sentía tan emocionado, que nos informó dentro de dos meses iniciaría los trabajos que de construcción de la biblioteca de la UASD, porque siente que por primera vez se está en el camino de la reflexión y el estudio, lo cual le augura un futuro a la academia. También por primera vez la Secretaría de Estado de Educación y Cultura proporcionó 25 becas, para que sus directores regionales participaran en un evento filosófico.

Tampoco ningún Rector en la UASD había dicho ahí tienen ustedes $150,000, para que se ayuden en la organización del congreso. Es cierto que no nos dieron un centavo para los preparativos, pero nos dijeron tomen prestado y busquen crédito, que luego hacemos el desembolso, y esto, ya de por sí es una gran cosa en un país donde la gente vive poniéndole pero a todo.

Debemos más de cien mil pesos en publicaciones, aprovecho la ocasión para agradecer a Impresora Valdez haber servido de fiadora; pero no sólo por ello, además por el apoyo logístico prestado. Otro apoyo inestimable fue el proporcionado pr el Centro Cultural Español. A ellos, ¡Mil Gracias!.

 

Quiero confesarles, detallarles a ustedes todo el esfuerzo que se ha hecho para que este evento haya concluido de manera tan bella y exitosa. La Revista Academia, se tiró de un día para otro, y cómo pasó ésto, un grupo de jóvenes aguerridos de la filosofía amaneció en el periódico El Nacional corrigiendo las pruebas. ¡Aplauso a los compañeros!

 

Quiero finalmente agradecer a mi equipo de dirección todo el apoyo prestado. Señores, yo tengo, no sé si tengo o me tienen a mí, un equipo excelente de dirección, de hombres inteligentes y capaces, todos desfilaron por aquí haciendo sus respectivas exposiciones; pero además del aliento espiritual, de la capacidad reflexiva del equipo, también hay una pragmática, una capacidad práctica, pudiéndose decir en este sentido que en el Departamento hay una cierta filosofía a caballo. Y eso realmente ha hecho posible la realización de este evento, en las condiciones que ustedes han visto que se ha realizado.

 

No voy a relatar las circunstancias que han rodeado la realización de este Congreso, pero les pido un fuerte aplauso para el equipo de Dirección del Departamento de Filosofía. ¡Aplausos!.

 

Hay muchas razones para sentirmos envanecidos, contentos y felices. Yo sé, y el grupo debe entenderlo, que a partir de este primer Congreso, la Filosofía entra en una nueva fase y que debemos sentarnos a valorar lo acontecido y sacar las enseñanzas de lugar.

 

Este Congreso puso de manifiesto que la filosofía tiene que ir a la sociedad a buscar el espacio que nunca pudo conseguir por estar enclaustrada en las aulas de la academia. Si las cabezas más lúcidas de la escuela lo entienden así, dentro de poco quedarán superadas las preguntas aquellas: ¿para qué sirve la filosofía y de qué vive un filósofo? Los filósofos deben dejar atrás la timidez y salir a pregonar su pensamiento cada vez con más calidad y orientación. Realizar sus estudios de maestría los que la tienen pendiente, y avanzar hacia el doctorado, porque la escuela necesita de hombres mujeres capaces y en condiciones de cumplir con su

 

rol social. Además, cada miembro debe aprender un idioma extranjero y dominar los ordenadores.

 

Lo anterior se hace más urgente, por cuanto la Universidad Autónoma de Santo Domingo se encuentra sumida en una profunda crisis, que no sólo es de modelo, sino también de la alta cultura académica.

 

El Departamento de Filosofía debe sostener en alto los valores de la academia y realizar una crítica permanente de la politiquería. Con este Primer Congreso la Escuela acaba de poner la primera piedra, en la línea superadora de los males indicados.

Para finalizar, quiero decir dos cosas. Primero, que en nombre de este Congreso se va a poner en circulación un documento público reivindicando la necesidad de los estudios filosóficos y exigiendo que la Secretaría de Estado de Educación y Cultura ponga como condición imprescindible para hacerse bachiller en la República Dominicana, cursar la asignatura Introducción a la Filosofía, y segundo, que en este instante, dejamos convocado el Segundo Congreso Dominicano de Filosofía, con el título: FILOSOFIA E IDENTIDAD.

Muchas Gracias.

Lic. Rafael Morla

Director Dpto. Filosofía de la UASD