El pensamiento político de Juan Pablo Duarte es una expresión original de la filosofía política liberal i que encarna los ideales de la revolución burguesa.

 

La filosofía política de Duarte es necesario situarla en el contexto histórico de la sociedad dominicana del siglo XIX. Dicha sociedad se caracteriza, en lo fundamental por:

 

-Predominio de relaciones sociales de producción precapitalistas (tecnología muy pobre, economía de subsistencia, hato ganadero y pequeños conucos, esto hasta la década de los años sesenta: cuando aparece el ingenio azucarero como expresión de un capitalismo naciente);

 

-Predominio de los regionalismos como consecuencia del aislamiento de las regiones Sur, Cibao y Este, dada la falta de vías de comunicación terrestres;

 

-En el orden social, predominio del campesinado pobre, seguido de la pequeña burguesía comercial y una minoría de hateros del Este y maderas del Sur;

 

-Desde el punto de vista político, el Estado era la expresión de las luchas caudillistas y el pensamiento político se expresaba en dos grandes corrientes de ideas: el liberalismo burgués y el conservadurismo tradicional;

 

-Las ideas filosóficas predominantes fueron la escolástica y el positivismo (ésta última luego de la llegada de Eugenio María de Hostos al país);

 

-Jurídicamente existió un desface entre las leyes escritas y el contexto socio-cultural del país;

 

-Otros elementos característicos fundamentales fueron las luchas militares y político-Ideológicas frente

 

al pueblo haitiano (estas luchas son un punto de referencia esencial para comprender los orígenes del anti-haitianismo de los sectores conservadores dominantes); y

 

-La guerra de restauración que enfrentó a los distintos sectores de la pequeña burguesía liberal con el poder colonial español y hatero, en el país.

 

La Sociedad dominicana del siglo XIX, fue una formación social precapitalista, en la cual la pequeña burguesía representó el proyecto liberal: la fundación de una nación y un Estado libre e independiente. Los trinitarios, orientados por las ideas de Duarte, son quienes impulsan el proceso de fundación del Estado Dominicano. Este surgió inspirado en los ideales independentistas latinoamericanos; pero dada la inexistencia de una burguesía liberal fracasó en lo fundamental: la creación de una nación y un Estado libre y soberano. Aún las ideas de Duarte y los trinitarios no se han materializado en lo esencial.

 

El ideal duartiano, expresado en su Proyecto de Constitución y en las ideas y acción de los trinitarios, fue suplantado en su espíritu liberal, democrático y de la inalienabilidad del territorio, el pueblo, la nación y el Estado Dominicano, por el proyecto del sector hatero, representado por Pedro Santana. Así, el Art. 210 de la Constitución de San Cristóbal, que le da poderes extraordinarios al jefe del Estado en situación de guerra, anuló en los hechos el espíritu democrático liberal encarnado por Duarte y los trinitarios. De modo que en vez de un Estado democrático burgués pasamos a tener un Estado despótico y absolutista. El

 

*Realizó estudios de Sociología, Filosofía y Maestría en Educación Superior en la UASD. En la actualidad es candidato a Doctor en Ciencias de la Educación del Instituto Enrique José Varona de La Habana, Cuba. Se desmpeña como profesor de los Departamentos de Filosofía y Sociología de la UASD y ha impartido docencia a nivel de postgrado en el INTEC y la Universidad Católica Santo Domingo. Ha publicado ensayos en revistas, libros y periódicos acerca del pensamiento dominicano y sobre temas filosóficos y sociológicos. Es coordinador del Plan Quinquenal de Evaluación de las Instituciones de Educación

Superior Dominicanas (1994-1999).

autoritarismo, desde entonces, es una característica recurrente del Estado Dominicano.

 

La Filosofía Política de Juan Pablo Duarte, aparece contenida, en lo fundamental, en su Proyecto de Constitución, en correspondencias y en poemas. Así como en los apuntes de su hermana Rosa Duarte.

 

El Proyecto de Constitución de Duarte, en términos de contenido, es la expresión de las ideas liberales burguesas: representadas por la ilustración, las revoluciones Norteamericana, Francesa e Inglesa. En lo concreto por las Constituciones Norteamericana, Francesa y de Cádiz. Además, de los ideales propios del espíritu de independencia Latinoamericano.

 

Las ideas de libertad, independencia, soberanía, contrato social, igualdad de raza, el poder fundado en la legalidad y la división de poderes tienen sus raíces en pensadores como Montesquieu, Rousseau, Constan y Alexis de Tocqueville. También, como demuestra Pérez Memén, «la idea de Duarte de que la soberanía reside esencialmente en la nación, remitc a la idea de esencia de Aristóteles» y al sustancialismo tomista.

 

El proyecto de Constitución de Duarte no se limita a la Concepción tripartita de la división de poderes de Montesquieu, sino que a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial agrega el poder municipal.

Afirma su hermana Rosa Duarte, en sus «Apuntes…» que: «A su llegada le preguntó el Dr. Manuel Ma. Valverde, padre, qué era lo que en sus viajes había llamado más su atención y le había agradado (Duarte contestó, A. V.), «los fueros y libertades de Barcelona, fueros y libertades que nosotros un día daremos a nuestra patria» (subrayado mío, A. V.).

 

La concepción Constitucional que consagra cuatro poderes del Estado revela en Duarte una Filosofía política original en la coyuntura del nacimiento del Estado Dominicano.

 

Dice en su Proyecto de Constitución, Art. 12, que «para la mejor y más pronta expedición de los negocios públicos, se distribuye el gobierno en poder municipal, poder legislativo, poder judicial y poder ejecutivo».

 

Se observa que la organización de los poderes del Estado sigue un orden jerárquico encabezado por el poder municipal. Esto revela una concepción democrática, que indica como para Duarte el ejercicio del Poder parte de la base social.

 

Para Duarte estos poderes necesariamente tienen que emanar de la voluntad del pueblo con arreglo a lo legal. Dice: «Estos Poderes llámense Constitucionales porque son y habrán de ser constituidos, so pena de ilegitimidad, con arreglo a la constitución y no de otra manera».

 

La idea de soberanía es un aspecto central en la concepción política de Duarte. El Art. 18, del proyecto dice: «La Nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte de ninguna otra Potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña».

 

Y en el Art. 19, dice: «La Soberanía dicha inmanente y la transeúnte, reside esencialmente en la nación; es inadmisible y también inagenable aún para la misma Nación, que usando de ella no acuerde a sus Delegados (que son el gobierno legítimo), sino el derecho de su ejercicio para gobernar en bien con arreglo a las leyes y en bien general de los asociados y de la Nación misma».

 

La idea de contrato social, como influencia de Rousseau, es evidente en el pensamiento de Duarte. Dice: «puesto que el Gobierno se establece para el bien general de la asociación y de los asociados, el de la Nación dominicana es y deberá ser siempre y ante todo, propio y jamás ni nunca de imposición extraña…». Aquí resalta la actitud nacionalista y anticolonialista del padre de la patria.

 

Otras ideas contenidas en la Filosofía política de Duarte son relativas a la libertad personal, civil e individual y derecho de propiedad, que «La Nación está obligada a conservar y proteger…»

 

La gran amplitud y finura de la Filosofía Política de Duarte se pone de relieve en su idea de la unidad de raza.

 

Dice el patriota:

 

«Los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, unidos y osados, la patria salvemos y al mundo mostramos que somos hermanos».

 

En Duarte encontramos un pensador influenciado por el pensamiento político liberal burgués de su época, que supo imprimir un sello personal a las ideas que profesó. Es él quien encarna el ideal de libertad y soberanía que inicia el camino para el proceso de fundación de un Estado dominicano libre e independiente.