Prof. Eulogio Silverio

Ahora bien ¿Podría un juez juzgar al cuerpo de bombero por la intencionalidad de sus acciones única y exclusivamente?

Otro ejemplo de la Moral de los fines lo constituye el caso que nos narra  Henri  Charriere  en su libro PAPILLON. Estando preso en una cárcel de la Guyana Francesa, para presos castigados, que tenía como muro el Mar Caribe infectado de tiburones en los derredores de las playas. Un día mientras todo el penal estaba en el patio, se escucha la voz de auxilio de una niña de once años hija del alcalde del penal que se había adentrado en aguas profundas en su salvavida y era amenazada por dos tiburones que se acercaban peligrosamente hacia su encuentro. PAPIL LON sin pensar en el peligro se lanza a su rescate; cuando estaba a menos de un metro de salvarle, un bote de la prisión se adelantó y rescató a ambos. PAPILLON se siente frustrado porque piensa que al no haberla salvado él con sus manos, su acción no posee ningún valor Moral; sin embargo, transcurrida varias semanas de este incidente las autoridades del penal decidieron sacarlo de la prisión de presos castigados y enviarlo a otra con mejores condiciones de higiene, alimentación y «libertades» internas.

Como podemos observar las autoridades del penal, al valorar el acto de PAPILLON tomaron en consideración la intención su actuar, puesto que, aunque él no pudo concluir su misión, su finalidad fue clara. De seguro que en la consciencia de estos señores pesó mucho bastante, el que este presidiario que no tenía el deber Moral de arriesgar su vida por la hija de uno de sus carceleros, lo hizo sin esperar recompensa por su acción, de aquí, que se comprenda el gran valor que tiene la intención en el acto Moral.

Analizamos el contenido del artículo tres del código penal dominicano que reza así: «Será castigado como el crimen mismo toda tentativa de cometerlo, aunque este no llegara a ser ejecutado» El legislador está condenando en este caso la mala intención, así como se aplaude la buena intención de un sujeto como en el ejemplo anterior.

Retomando el caso del ingeniero con su demanda al cuerpo de bomberos de San Pedro de Macorís, si un juez produce un fallo judicial condenando a los actuantes; lo que está juzgando es su desempeño profesional como cuerpo de Socorro.

De ahí que debemos establecer diferencia entre las normas Morales y las normas jurídicas, pues mientras en la primera el individuo debe asumirla con plena libertad y conciencia para que se le pueda juzgar Moralmente y se de en él, el llamado del «deber» ser al violentar una regla; en las normas de carácter jurídico, al individuo se le impone desde afuera lo que tiene que hacer sin que para ser juzgado responsable tenga que conocer previamente estas normas. Por ejemplo, imaginamos un conductor inglés que está acostumbrado a conducir por la vía izquierda, contrario nuestro que se conduce por la vía derecha. Si este conductor viviera al país, alquila un vehículo y sale a las calles de Santo Domingo y se mete en vía contraria creyendo que está haciendo lo correcto, al  ser detenido por la policía alega que desconocía esta realidad; pero esto no lo exonera de su culpabilidad jurídica ante las leyes dominicanas, pero sí tiene una exoneración de tipo Moral porque este sujeto violó esta norma sin tener consciencia de que estaba actuando mal.

La importancia de poder comprender el acto Moral desde diferentes puntos de vista es fundamental para que los seres  humanos podamos situarnos con relación a los valores de nuestra comunidad, familia, otras culturas y con relación a nosotros mismos; pues cada individuo es por decirlo de algún modo producto social de su época, y asume los valores acorde a su nivel de desarrollo socio-cultural (Moral pública); pero ese mismo sujeto socialmente revolucionado, es en el plano del desarrollo biológico el mismo pariente cercano de los primates; dado que fuera del ámbito del dominio de la vigilancia social este ser se comporta Moralmente distinto que en público (ironía privada).

Analizamos el caso de Clinton y veamos fácilmente la certeza de lo que afirmamos. El Presidente de la nación más poderosa del mundo públicamente es incapaz de ofender; su imagen pública corresponde al del tipo socialmente maduro, modelo de decencia y comportamiento Privadamente sabemos que estuvo jugando sexualmente con una joven llamada Mónica ¿Quién puede asegurarnos que esta es la peor cosa que privadamente un sujeto de la más alta escala de desarrollo social realiza? Lo que podemos ver a través de este caso es siguiente: el hombre se ha desarrollado mucho en términos sociales; pero en términos Morales sigue enfrentándose con sus instintos más primitivos. De ahí que cada uno de nosotros nos quedamos sorprendidos al descubrir que en ocasiones pensamos hacer cosas, de las que nos creemos hasta incapaces imaginar.

El estar situado en el plano de los valores requiere de claridad para poder decidir lo justo en cada caso. Y precisamente para esto nos sirve la Ética: para ayudarnos a analizar los problemas de nuestros valores y las del vecino; de modo tal, que sepamos situarnos ante las acciones Morales de los otros en un punto de equilibrio, ya que el ignorante no puede ser justo, aunque se lo proponga con todo su corazón, porque la justicia debe conocer todos los puntos de vista y allí encontrar el justo medio; tal como afirmaba Aristóteles en su Ética a Nicómaco. Por tal razón la tradición filosófica nuestra nos ha legado como base de sustentación para analizar las acciones Morales, la perspectiva de los medios que se posee o utilizan para obrar y la finalidad o intención que tiene el sujeto en sus acciones.

Un sujeto que quiera elaborar un juicio con propiedad en cualquier situación Moral, debe evitar por todos los medios de juzgar el acto desde un extremo, fin o medio: Consideramos que lo adecuado sería no solo mirarlo desde la finalidad (o intención); medio empleado o que se poseen para obrar, sino también desde el contexto del acto Moral (comunidad específica) y la individualidad del sujeto al vivir esos valores: sí es una Moral autónoma o si pertenece a la heteronomía Moral; sólo así podremos elaborar un cuadro adecuado para opinar en grado aceptable sobre los valores morales de los seres humanos. Cuando hablamos de occidente, nos referimos a la parte del mundo que recibió de manera directa la influencia cultural, del mundo griego que se ubica geogríelficamente en el occidente de Europa. De ahí que nos llegue a nosotros esa influencia cultural a través de los españoles, quienes los reciben a su vez del imperio romano, que habían conquistado a los griegos. Por esta razón es que se generaliza como tradición filosófica occidental refiriéndonos a la originada en la Grecia Antigua…