Por Guillermo A. Rosario, estudiante de Filosofía (UASD)

El nombre «Escolástica» proviene del hecho de que esta filosofía se elaboró en instituciones eclesiásticas, particularmente en las escuelas conventuales, catedralicias o palatinas (Palacios).

Entre los temas abordados por esta filosofía, nacida bajo el amparo de la Iglesia y para su propia defensa, podemos citar los siguientes: la relación entre la razón y la fe, la existencia de Dios, el alma y la naturaleza.

La Escolástica no intenta descubrir nuevas verdades, sino asimilar, defender y transmitir «verdades» ya establecidas. El interés de la Escolástica es la claridad lógica del pensamiento y reunir todo el saber en «Sumas».

El conocimiento tuvo en las aulas y cuartos de estudio sus únicos lugares de cultivo, y en profesores y alumnos sus únicos representantes. Esto explica el surgimiento de escuelas con opiniones fijas y uniformes. Entre las siete Artes Liberales (Dialéctica, Gramática, Retórica, Aritmética, Astronomía, Geometría y Música), la Dialéctica (Lógica) logró tanta aceptación que en las discusiones teológicas triunfaba el que mejor empleaba ese arte de la argumentación. Así, surge entre los que tomaban en serio su fe un rechazo hacia la dialéctica – «invencie del demonio»- debido a la frivolidad con la que los dialécticos llevaban al terreno de la fe sus ganas de disputar.

ELEMENTOS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO ESCOLÁSTICO

1.- Relación armónica entre razón y fe: La creencia en Dios y en el régimen divino del mundo era ‘universal’; sostenible por la fe y demostrable por la razón. La fe tiene fundamento lógico.

Santo Tomás afirma que el objeto primero de sus reflexiones es Dios, y no el hombre o el mundo. Además, entiende que sólo en el contexto de la revelación es posible efectuar un correcto razonamiento acerca del hombre y del mundo.

La gracia no sustituye la naturaleza, pero la perfecciona, lo cual significa dos cosas:

  1. A) Que la Teología rectifica la Filosofía, pero no la sustituye.
  2. B) Que la Filosofía posee autonomía. Para Tomás de Aquino «existen algunas verdades que superan todos los poderes de la razón humana». Pero entiende que es necesario recurrir a la razón, ya que sobre esta base es posible obtener los primeros resultados universales, y edificar sobre ellos un razonamiento posterior que sirva para profundizar desde el punto de vista teológico.

En conclusión: el saber teológico no sustituye el saber filosófico, ni la fe sustituye la razón, porque la fuente de la verdad es sólo una: Dios.

2.- Autoridad de Aristóteles.

Aunque la influencia del neoplatonismo no desapareció, Aristóteles logró tal predominio que Santo Tomás dio a la Escolástica su lenguaje técnico, sus problemas y sus demostraciones.

3.- Uniformidad de método.

El sistema de enseñanza medieval sigue el siguiente método:

  • Lectura y explicación de texto autorizado.
  • Discusión ampliada de los problemas expuestos en la lectura.
  • Los primeros años de la Colonia La Española.