En torno a la definición o explicación de qué es filosofía, el tratamiento del asunto constituye en sí mismo un problema filosófico. En ese sentido, es entendible que cada filósofo haya formulado o pretendido formular «su» definición o expresado «su» idea sobre qué compete a esa área del saber humano.

La obra de Alejandro Arvelo «Si quieres filosofar», recoge las más variadas respuestas de filosofía que sobre esa problemática ha presentado diversidad de pensadores.

Inspirado en tan enjundioso libro, la Redacción de este Boletín presenta el tema a la reflexión del lector. «… Los hombres venidos a este mundo… buscan unos la gloria, otros los bienes materiales y otros, estos en pequeño, se dedican a la contemplación, al estudio de la naturaleza de las cosas; estos últimos son los filósofos».

Pitágoras (580-496)

Platón (427-347)

«La filosofía es, en verdad, la medicina del espíritu».

 Cicerón (106-43)

De Séneca si (4-65)

«El filósofo es un hombre que desea discernir la verdad».

«Concebimos al filósofo como conocedor, en cuanto es posible, de todas las cosas, sin poseer la ciencia específicamente particular de cada una de ellas…»

Aristóteles (384-322)

«La filosofía tiene la cualidad inestimable y magnífica de que no la da la suerte, sino que cada uno tiene que agenciarla por sí mismo. Su misión única es hallar la verdad en las cosas divinas y humanas».

Séneca (4-65)

«El comienzo de la filosofía es el reconocimiento de la pugna de opiniones». Epicteto

«Si deseamos dedicarnos seriamente al estudio de la filosofía y a la investigación de todas las verdades que somos capaces de conocer, nos libraremos primeramente de nuestros prejuicios…»

Descartes (1596-1650)

«El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad.»

Diderot (1713-1784)

«Quien quiere ser un filósofo propiamente dicho, debe acostumbrarse a hacer libre uso de su razón y no a un ejercicio de imitación…»

Kant (1724-1804)

(La filosofía) «es a menudo tan menospreciada, que hasta quienes no se han ocupado de ella imaginan que sin estudio alguno la comprenden, y que habiendo recibido una instrucción ordinaria y apoyándose, en particular, en los sentimientos religiosos pueden de pasada filosofar y juzgar sobre filosofía.»

Hegel (1770-1831)

«En los ratos en que seamos filósofos, que para todo hombre son ratos muy breves, reclamaremos sin cesar el derecho de examen, exigiremos evidencias, pediremos demostración seca».

Balmes (1810-1848)

«Para filosofar hacen falta dos condiciones: primera, tener el valor de no suprimir ninguna pregunta, y segundo, comprender como problema todo aquello que se comprende por sí mismo, teniendo conciencia de ello». Schopenhauer (1788-1860)

«Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de diversos modos, de lo que se trata es de transformarlo».

Marx (1818-1883)

“Toda gran filosofía es la confesión de su creador y una especie de autobiografía involuntaria e inconsciente.” Nietzsche (1844-1900)

«El gran problema cardinal de toda la filosofía, especialmente de la moderna, es el problema de la relación entre el pensar y el ser (…), el problema de saber qué es lo primario, si el espíritu o la naturaleza».

Engels (1820-1895)

«Hay que destruir el prejuicio, muy difundido, de que la filosofía es algo muy difícil por el hecho de ser la actividad intelectual propia de una determinada categoría de científicos especialistas o filósofos profesionales y sistemáticos. Por consiguiente, hay que empezar demostrando que todos los hombres son «filósofos», definiendo los límites de esta «filosofía espontánea», propia de «todo el mundo»…»

Gramsci (1891-1937)

«La filosofía responde a la necesidad de formarnos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida, y como consecuencia de esa concepción un sentimiento que engendra una actitud íntima y hasta una acción.»

Unamuno (1864-1936)

«El cauce de la verdadera filosofía lo constituye el pensamiento problemático, ya que la armonía se ve destruida por la pugnacidad de los problemas».

Hartmann (1882-1950)

«No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: es el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena de ser vivida, es contestar a la cuestión fundamental de la filosofía. Lo demás, si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o diez categorías, viene después».

Camus (1913-1960)

«Los grandes problemas filosóficos requieren una táctica similar a la que los hebreos emplearon para tomar a Jericó…: sin ataque directo, circulando en torno lentamente, apretando la curva cada vez más y manteniendo vivo en el aire el son de trompetas dramáticas».

Ortega y Gasset (1883-1955)

«La tarea permanente de la filosofía consiste en permitir al hombre llegar a ser verdaderamente él mismo tomando conciencia del ser; dicho de otra manera: convertirse en un ser libre al asegurarse en Dios.»

Jaspers (1883-1969)

Nuestras discusiones han venido ocupándose muy especialmente del hombre, pero el hombre en sí mismo no es el verdadero asunto de la filosofía. Lo que a ésta le importa es el conjunto del Universo».

Russell (1872-1970)

Maritain (1882-1973)

«En una filosofía pura todo pensamiento ha de ser sometido a discusión y crítica, no sólo en el pensamiento fundamental en discusión sino todo otro pensamiento secundario problemático que sirva de instrumento del discutir filosófico».

Andrés Avelino (1899-1976)

«La filosofía es la búsqueda de una incertidumbre radical para saber a qué atenernos y vivir en autenticidad». Julián Marías (1914-2005)

«Las definiciones de filosofía son variadas. Común a ellas sólo parece ser el hecho de que, como lo ha observado Simmel, la (definición de) filosofía es en los diversos sistemas filosóficos el primero de sus problemas».

Ferrater-Mora (1917-1991)

«Para filosofar con sentido, rigor y fruto es necesario estar al corriente de las grandes conquistas y de los grandes problemas de la ciencia; así como adoptar una actitud científica ante los problemas filosóficos».

Bunge (1919-)

El filósofo atestigua en la sociedad la suprema dignidad del pensamiento; señala lo que hay de eterno en el hombre y estimula nuestra sed de conocimiento puro y desinteresado, de conocimiento de los fundamentos acerca de las cosas, y la naturaleza de su mente, el hombre mismo y Dios, superiores e independientes respecto a cualquier cosa que podamos hacer…»1