ANECDOTARIO FILOSÓFICO
Como en todas las disciplinas, en la filosofía también existen los celos y las confrontaciones entre los miembros de una misma profesión, especialmente si los miembros son igualmente brillantes. En el caso que nos ocupa se trata de dos de los más grandes e influyentes filósofos del siglo XX: Ludwig Wittgenstein (1889-1951) y Karl Popper (1902-1994)
Wittgenstein defendía la tesis de que no existían problemas filosóficos, mientras Popper sostenía que sí existían. El 26 de octubre de 1946, éste último ofreció una conferencia en la prestigiosa universidad de Cambridge, y entre los presentes se encontraba Wittgenstein, quien jugaba con un atizador de chimenea mientras Popper hablaba. En un momento en que éste aludió a la existencia de problemas de filosofía moral, Wittgenstein, enojado, y señalándole con el atizador le retó a que dijera uno. Popper respondió irónicamente: «No debe amenazar con un atizador de chimenea a un conferenciante.» Wittgenstein arrojó furioso el atizador y al salir de la sala de conferencias estrelló la puerta.
Tomado de Wilhelm Baum, Wittgenstein, Alianza editorial, Madrid, 1988, pág. 183.