1. La Gestión del Capital Intelectual Estructural

4.1 Gestión del conocimiento y Capital Intelectual Estructural

En las IES, al igual que en otras organizaciones, la gestión del conocimiento se entiende como una forma de dirección que busca la maximización del rendimiento del capital intelectual como conjunto de intangibles, y que permiten crear ventajas competitivas sostenibles mediante la colaboración de su comunidad y el uso de procesos de producción, transmisión y transferencia de conocimientos eficientes, eficaces e innovadores (Bustos, sf).

En el caso particular del capital intelectual estructural, com puesto fundamentalmente por el capital organizacional y el capital tecnológico de la institución, sus elementos integrantes son todos los intangibles conformados por las estructuras organizacionales y de gestión, así como por su marco normativo y axiológico, y la propiedad intelectual, entre otros.

Ampliando lo expuesto anteriormente, el capital intelectual es tructural de una institución de educación superior refiere a todas sus estructuras de gestión académica, administrativa y de vinculación con la sociedad; a su organigrama, flujos de información y comunicación

13 «Tor propiedad intelectual se entiende di volumen de conocimientos tecnológicos protegidos, legalmente o de forma natural, de que la institución dispone como consecuencia del esfuerzo realizado en el proceso de innovación tecnológica y que dan idea del grado de novedad real de los nuevos conocimientos, así como de los beneficios esperados a consecuencia de los derechos de ex davidad. Esta protección legal puede recaer sobre conocimientos relativos a cuestiones internas de la institución (tecnologia, productos, procesos, etc.) o cuestiones relacionadas con la imagen (marca, logotipo, etc.) (Ramirez, 2012).

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y su ordenamiento por áreas profesionales. En el capital ind estructural se incluye también la misión, visión, las políticas, planes estratégicos y operativos; los espacios de creación acadé científicos, de emprendimiento e innovación, entre otros, qu miten crear nuevo valor para la organización y, a la vez, reproducir, internalizar su capital intelectual humano y relacional. Asimismo, el capital intelectual estructural en una institución de educación superior incluye, además, el conocimiento base y dotación tecnológica. cíficamente: redes, biblioteca, software, laboratorios, bases de datos electrónicos, plataformas virtuales y de comunicación; espacios d recreo, ocio, culturales, deportivos, entre otros; incentivos, beneficios sociales, compensaciones, estímulos, etc.; aprendizaje: ambientación de aulas, asistencia y apoyo.»

La gestión del conocimiento en las instituciones de educación superior requiere conocer, evaluar y medir periódicamente el estado general de su capital intelectual y de manera particular, de su capital intelectual estructural, humano y relacional. El instrumento que da cuenta del estado del capital intelectual de una organización es el informe de capital intelectual, que se realiza periódicamente como sustento a su gestión del conocimiento. Los indicadores de gestión expuestos más arriba son parte integrante del proceso de construcción del informe de capital intelectual (ver cuadros 1, 2 y 3).

14 Según lo exponen Ramirez y Santos (2013), el capital intelectual estructural está integrado por 1) Capital organizacional y. 2) Capital tecnológico, en donde. «Capital Organizacional: hace referencia al entorno operativo derivado de la interacción entre investigación, gestión y procesos de organización, las rutinas organizativas, valores y cultura co portiva, procedimientos internos, calidad y alcance de los sistemas de información, etc

Capital Tecnológico: hace referencia a los recursos tecnológicos disponibles en la universidad, tles com recursos bibliográficos, documentales, archivos, desarrollos técnicos, patentes, licencias,

wowate, bases de datos, etc.

Gestión del capital intelectual en las instituciones de educación superior

4.2 El informe de Capital Intelectual

El informe de capital intelectual o estado de situación del capital intelectual, como también se le conoce, es el reporte de la información no financiera de la organización, que le permite dar a conocer la dotación de recursos intangibles que componen su capital intelectual, así como comunicar a los interesados sus capacidades, competencias y habilidades para gestionar en forma sostenible dichos recursos intangibles, considerados su principal fuente generadora de valor (Ramírez, 2012). El informe de capital intelectual es un instrumento diseñado para identificar, medir, gestionar y difundir los intangibles de las organizaciones y hacer explícito su papel en la generación de valor de estas (Ramírez y Santos, 2013).

Según se establece en las Directrices para la Gestión y Difusión de Información sobre Intangibles (Informe sobre Capital Intelectual) o Proyecto MERITUM, financiado por la Unión Europea (Canibano, et al., 2008),

La identificación de intangibles aísla y pone de relieve ciertos aspectos fundamentales que, de otra forma, podrían haber sido pasados por alto, y aumenta la sensibilidad de la empresa en relación con su relevancia en el proceso de creación de valor. La gestión efectiva de los intangibles puede aumentar el compromiso de la empresa con su capital intelectual.

Para la realización del Informe de Capital Intelectual o estado de situación de los intangibles de la organización, se debe partir de la definición de la misión y visión que le dan razón de ser, de donde se desprenden sus objetivos y fines estratégicos para un horizonte temporal determinado (Cañibano, et al., 2002; Martínez, 2003; Leitner, 2004; Simaro y Tinelli, 2011; Ramirez y Santos, 2013). Luego de esto, se procede a identificar los intangibles críticos y prioritarios para que la organización pueda alcanzar los objetivos estratégicos que se ha planteado. Esos intangibles críticos, derivados de los objetivos estratégicos, constituyen los factores claves que facilitan el proceso de creación de valor en la organización y representan sus competencias básicas (Martinez, 2003; Simaro y Tonelli, 2011).

Como se advierte, el primer paso para la identificación de tangibles y elaboración del informe de capital intelectual lo constituye la revisión de la información contenida en el Plan Estratégico de la institución. Esto implica la necesidad de que la organización mejo y cualifique sus procesos de planificación estratégica (Ramírez, 2012) Asimismo, este énfasis en la planificación estratégica obliga a las orga nizaciones que aún no tienen instrumento como práctica y guía de su gestión y cultura organizacional a incorporarlo como una forma de orientar su desempeño y su accionar en general. Obviamente, los planes de cualquier tipo no pueden ser asumidos de manera rígida. como una «camisa de fuerza» en la gestión organizacional, y particularmente, en la gestión del capital intelectual, sino como una gua flexible para la acción. Como señala Armijo (2009),

La Planificación Estratégica, PE, es una herramienta de gestión que permite apoyar la toma de decisiones de las organizaciones en torno al quehacer actual y al camino que deben recorrer en el futuro para adecuarse a los cambios y a las demandas que les impone el entorno y lograr la mayor eficiencia, eficacia, calidad en los bienes y servicios que se proveen.

En este contexto, el informe de capital intelectual no es un mero ejercicio académico o burocrático, sino un instrumento para la gestión efectiva de los recursos intangibles. Un aspecto importante de esta gestión efectiva de los intangibles es la evaluación y seguimiento de su desempeño en la generación de valor y en la mejora de la competitividad de la organización, algo que debe estar claramente identificado en su plan estratégico. En tal sentido, el informe de capital intelectual ofrece a la organización un conjunto de ventajas que contribuyen a mejorar su calidad, competitividad y desempeño en general.

Gestión del capital intelectual en las instituciones de educación superior

El cuadro 4 expone las principales ventajas que ofrece a la organización el informe de capital intelectual. Desde luego, este cuadro de ventajas debe ser adaptado a cada tipo de organización (empresarial, educativa, social, etc.) y, de manera específica, a cada organización individual.

Cuadro 4. Ventajas del Informe de Capital Intelectual para la

Organización

Ventajas del Informe de Capital Intelectual para la Organización

Muestra las reales fuentes de valor de la organización, lo cual tiene un efecto significativo sobre su auténtico valor social y de mercado.

Permite reutilizar el conocimiento existente en la organización, desarrollando su capital estructural y facilitando la transferencia de experiencias tanto del entorno nacional como global.

Contribuye a la mejora de la eficiencia organizativa y a la vez a la coordinación y asignación de recursos

 Ayuda a crear una cultura de compartir el conocimiento, mayor comunicación y creación de una identidad común en la organización.

✓ Facilita la estructuración y asignación de prioridades en los procesos de gestión del conocimiento de la organización.

✓ Permite el cuestionamiento y reflexión sobre los procedimientos y procesos académicos y administrativos de la organización. 

✓ Envía señales positivas a los sectores productivos y sociales sobre la importancia que da la organización a su capital humano, creando con ello una buena reputación ante los sectores sociales interesados y clientes potenciales. Mejora la comunicación entre la organización y sus clientes internos y externos, lo que contribuye a atraer nuevos clientes.

✓ Aumenta la capacidad de la organización para definir y representar su estrategia. Facilita una mejor articulación entre el capital intelectual y la estrategia organizativa.

Ayuda a fijar objetivos estratégicos. Estimula los contactos con otras organizaciones que desean desarrollar una estrategia similar. Permite a la organización tener una visión más amplia de su capital intelectual, contribuyendo a mejorar su calidad y competitividad.

Fuente: Adaptado de Ramirez (2012).

4.3 El informe de Capital Intelectual en las IES

Las instituciones de educación superior están llamadas a determinar y a medir su contribución a la sociedad y una de las vías para hacerlo es la elaboración de informes periódicos de gestión de ese capital intelectual. Estos informes complementan el desempeño administrativo y financiero rendido por el informe contable y permiten su comparación con organizaciones similares (Mercado, Sánchez y Sánchez, 2013).

Como se puso de manifiesto en la exposición sobre los antecedentes de este estudio, salvo el caso señalado del INTEC, ni en las bibliotecas consultadas ni en la Web se encontraron referencias de investigaciones o publicaciones sobre el tema en universidades de la República Dominicana. Por esta razón, las fuentes bibliográficas y documentales específicas que sirven de marco de referencia teórico, conceptual e histórico a esta investigación provienen fundamentalmente de otros países de América Latina y de España, así como, en menor medida, de otros países de Europa y los Estados Unidos. Tampoco, desde luego, se encontraron antecedentes sobre publicaciones de informes de capital intelectual o estados de situación del capital intelectual en universidades del país. Ante este vacío de referentes bibliográficos y documentales se procedió a adaptar para este estudio sobre la gestión del capital intelectual de la UASD el modelo de informe de capital intelectual para las IES elaborado por Ramirez (2012) a partir de la propuesta del Proyecto MERITUM de la Comisión Europea (Cañibano, et al., 2002).

Si bien los informes de capital intelectual son una iniciativa voluntaria de las organizaciones, en algunos países europeos estos se han establecido como un requerimiento obligatorio, particularmente, en el ámbito de la educación superior (European Commission, 2006). En Austria, por ejemplo, de acuerdo con la Ley de Universidades del 2002 del Ministerio de Educación, Ciencia y Cultura, a partir del 2006, todas las universidades del país están obligadas a someter

Gestión del capital intelectual en las instituciones de educación superior

anualmente un informe de capital intelectual. El propósito de esta de capital intelectual al final de cada año es el fortalecimiento de la transparencia y la gestión de los recursos intangibles, así como establecer incentivos al mejoramiento de su desempeño. El informe de capital intelectual está llamado a servir como un instrumento de gestión de las universidades y al mismo tiempo, de comunicación entre estas y el Ministerio de Educación de ese país (European Commission, 2006).

Sin embargo, este no es el caso todavía en los países de América Latina, donde si bien la temática ha ido cobrando cierta relevancia, las universidades se encuentran aún muy rezagadas en la creación de enfoques e instrumentos para la visualización, valoración y medición de su capital intelectual (Rivas, 2013). En consecuencia, son pocas las instituciones de educación superior que valoran la importancia de este instrumento para la gestión integral de sus recursos intangibles. Según apunta Rivas (2013), en el mejor de los casos, en algunas universidades suele prestarse atención solo a los resultados y aportes de la investigación, lo cual evidencia una postura unidimensional respecto de la medición del capital intelectual y su difusión integral. Esta debilidad de las universidades, siguiendo a Rivas (2013), se convierte en uno de los principales obstáculos para la creación de métodos y modelos de medición del capital intelectual, pues en la mayoría de las universidades de la región sus resultados más relevantes son los profesionales que forman y su lugar en la sociedad. Esto es, que el conocimiento transfiere a la docencia el capital humano y que constituye el principal factor generador de valor en cualquier IES. Esta transferencia de conocimiento y generación de valor en la formación de nuevos profesionales tiene una inmensa relevancia estratégica por su demostrado efecto multiplicador tanto a lo interno de la organización docencia de calidad sin los resultados de la investigación, sean estos como en la sociedad en general. Desde luego, es imposible tener una generados por la propia institución o por fuentes externas a ella. Para revertir la situación descrita, se hace necesario que la identificación,

valoración, medición y comunicación del capital intelectual en el tejido organizativo y en la cultura de las instituciones de educación superior y particularmente, de las universidades públicas. Para las IES, la presentación de informes de gestión de capital entren en intelectual es una herramienta que debe abarcar la totalidad de los procesos de producción, transferencia y difusión de conocimientos dentro y fuera de estas instituciones, con el fin de generar información que facilite la toma de decisiones de los gestores. Este informe se basa principalmente en variables e indicadores que se categorizan determinado modelo o formato, denominado «matriz de informe de capital intelectual». Allí se incorpora información cuantitativa y cualitativa que expresa fundamentalmente la complejidad e interdependencias entre los recursos intangibles claves y los resultados que se ha propuesto alcanzar la organización (Leitner, 2004).

Cuadro 5. Principales componentes del Informe de Capital Intelectual para las IES

Principales componentes del Informe de Capital Intelectual para las IES

  1. Misión, visión, valores, objetivos estratégicos y políticas institucionales

Muestra el estado de la misión, visión y valores de la institución. Así mismo, sus políticas, objetivos estratégicos, capacidades estratégicas como recursos intangibles claves, así como los conductores claves (o intangibles críticos) para alcanzar esos objetivos estratégicos.

  1. Resumen de los recursos y actividades intangibles

Identifica los recursos intangibles con que cuenta la institución y las diferentes actividades llevadas a cabo para incrementar el valor de estos recursos. El objetivo de esta parte es resaltar los recursos de conocimiento que necesitan ser fortalecidos y enumerar las iniciativas que han sido

tomadas, que están en proceso o están planificadas para mejorar estos recursos Se presenta el conjunto de indicadores que permita a los miembros de la universidad, a sus relacionados externos y a la sociedad en general ver cuál es la situación de la institución.

Este sistema sigue la clasificación del capital intelectual en tres dimensiones: capital humano, estructural y relacional

  1. Sistema de indicadores de gestión del capital intelectual en sus tres dimensiones.

Elaboración propia a partir de: MERITUM, 2002; Leitner, 2004; Ramirez, 2012.

Eulogio Silverio, [17/10/2022 12:15 P. M.]

Gestión del capital intelectual en las instituciones de educación superior

En síntesis, los informes de capital intelectual brindan información relevante sobre los objetivos de la institución, caracterizan el movimiento y desarrollo del capital intelectual basado en narraciones y ofrecen indicadores para la valorización de sus diferentes dimensiones. Los sistemas de indicadores utilizados ayudan a los gestores de las IES a hacer los objetivos y estrategias institucionales más concretos y medibles (Hoque y James, 1991, citado en: Ramírez, 2012).

 

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