Cesar Cuello Nieto

A través de los tinta y tres capítulos de esta novela, el autor nos sumerge en el laberinto del tiempo con la marcada internacionalizad de hacer del pasado el caldo de cultivo del futuro. La extensión es suficiente para aprisionar la realidad humana de una pequeña población de República Dominicana, en cuyo nombre actúan los personajes enlazados por indestructibles y a veces fatídicos lazos familiares. Sí, la familia es la estructura social sobre la que, de manera magistral, aunque con apariencia ingenua, el autor nos enfrenta a la antinomia vida-muerte o realidad-irrealidad, celosamente vigilada por un tiempo cuya presencia nos obliga a evocar a Platón para quien «el tiempo es la imagen de la eternidad en movimiento». El autor nos coloca frente a pasiones como la ira, la venganza, la vanidad; o recursos de insospechado poder como la justicia y la libertad. Todos con la capacidad de salvarnos o precipitarnos al inexorable abismo de la muerte.