M.A Edwin Santana Soriano

Me gustó mucho la presentación del profesor César Cuello. Cada vez que se me ocurría una pregunta, él la respondía de manera eficiente y parecíamos tener una línea de pensamiento similar. Sin embargo, ahora me preocupa no tener que decir durante las 24 horas de filosofía del próximo sábado en San Juan.

En cuanto a la tecnología, existen dos perspectivas: la tecnofóbica, que rechaza los avances tecnológicos, y la tecnofílica, que los acepta sin crítica alguna. Ambas posturas son problemáticas. Entonces, ¿qué debemos hacer nosotros, que no somos productores de tecnología sino usuarios? ¿Cómo podemos enfrentar esta situación sin caer en ninguno de los extremos?

Dr. Cesar Cuello Nieto.

La respuesta es adoptar una visión crítica, es decir, tratar de entender el significado, el devenir histórico y los impactos de la tecnología. La filosofía juega un papel fundamental en este sentido. Debemos ser críticos ante la tecnología y no ser meros consumidores. La tecnología existe para solucionar problemas, pero no podemos seguir a ciegas cada avance tecnológico ni desear tener siempre el último dispositivo, como un celular.

A pesar de no perseguir el último modelo de celular, las compañías telefónicas nos incitan constantemente a adquirir uno nuevo, incluso antes de que termine el contrato actual. Pero, ¿qué sucede cuando la cantidad de aplicaciones y programas crece de tal manera que la obsolescencia del celular se vuelve innegable e inevitable? En mi caso, le pregunté a una de mis hijas, que es ingeniera de sistemas, si es cierto eso de la obsolescencia programada. Lamentablemente, me confirmó que sí es real en el caso de las tecnologías digitales, aunque no tanto en las tecnologías mecánicas tradicionales.