Agradezco mucho el profundo análisis que acaba de presentar, a nivel doctoral, el profesor Eulogio. Un análisis verdaderamente notable desde mi perspectiva.
Yo acostumbro a leer los diálogos antes de asistir, cuando se anuncian, pero en esta ocasión no tuve la oportunidad de hacerlo. Sin embargo, gracias a este análisis, me voy muy motivado a leerlo.
Me apasiona el tema de la mitología porque es sumamente interesante. Coincido con Eulogio en que, dentro de ese relato mitológico, Sócrates tiene razón —al menos para nosotros, los vivos—, ya que necesitamos un placebo del alma frente a lo desconocido, frente al más allá.
Comparando esto con los relatos que nos han llegado desde Occidente, específicamente los textos canónicos (pues no he leído todos los apócrifos), encontramos, por ejemplo, el mito del Jardín del Edén.
Dios crea al hombre del polvo, le sopla el aliento de vida y este llega a ser un alma viviente. Pero luego, al desobedecer, lo sentencia: «Porque del polvo fuiste tomado, y al polvo volverás».
A lo largo de ese recorrido bíblico, se menciona el Hades en el libro de Job, en algunos salmos, y más adelante en Isaías. Allí puede verse una esperanza centrada en la vida terrenal. En Isaías 33:24, el profeta dice:
«Y ningún residente dirá: estoy enfermo. La gente que muere en la tierra será perdonada por sus errores.»
Y en Isaías 25:8 leemos: «Y Dios se tragará la muerte para siempre. El Señor soberano Yahvé lo ha dicho.»
Entonces, mi pregunta es: si la filosofía griega es anterior al cristianismo —como ha quedado evidenciado—, y es claro que el cristianismo bebió de las aguas platónicas, especialmente a partir del Concilio de Nicea, cuando se comenzó a conformar el gran imperio católico que, con Constantino, estableció una continuidad como supuesto sucesor de Cristo en la tierra.
Felicito nuevamente a Eulogio. Me siento orgulloso de formar parte, junto a él, del Consejo Directivo de nuestra Facultad de Humanidades, y debo decir que a partir de esta noche mi fe ha crecido en Eulogio como intelectual.
Así que, felicidades.