Lo primero que hay que destacar es que los dos pueblos que compartimos la isla de Santo Domingo son el resultado de un proceso histórico complejo, que no podemos de ningún modo despachar de manera olímpica como normalmente se acostumbra.
En ese sentido, es importante tener en cuenta que la historia de ambos países fue resultado de una colonización por parte de dos potencias que colonizaron ambas partes de la isla.
En primer lugar, España, que llegó a nuestro país, como todos sabemos, el 5 de diciembre de 1492. Como resultado de todo este proceso de colonización y dominio, se exterminó al grupo étnico originario de aquí, que todos denominamos aborígenes o indígenas, en apenas unos 50 años. Luego se vieron obligados a traer a nuestro país personas de otros continentes, como es el caso de los negros esclavizados desde África occidental, a partir, sobre todo, del desarrollo de la industria azucarera en nuestro país desde 1520 en adelante.
Todo eso produjo entonces un proceso de hibridación cultural, o de mezcla cultural, entre los españoles y los negros de origen africano. Eso dio como resultado un grupo étnico nuevo que se ha dado en denominar mulatos, que es lo que somos la mayor parte de los dominicanos y dominicanas al día de hoy.
Pero de igual forma, medidas incorrectas adoptadas por el rey de España, Felipe II, y la ejecución en nuestro país por parte del gobernador Antonio de Osorio en 1605-1606 de despoblar todos los pueblos de la parte oeste de la isla y de la parte norte de la isla, que estaba en ese momento conformada por lo que conocemos como Bahía de Yaguana, Montecristi, Puerto Plata, así como también afectó a San Juan de la Maguana, a lo que también se llamaba en aquel momento y sigue siendo hoy Neiba, todos esos pueblos fueron afectados por esas devastaciones de 1605-1606.
El hecho de que España no tomara las previsiones para colocar vigilancia en toda la costa de la isla dio pie a que, mediante un proceso complejo, los habitantes que se habían dedicado a la piratería y al corso, en representación de distintas potencias enemigas de España, como eran Francia, Inglaterra, Portugal y Holanda, tomaran ventaja.